Octavio Paz

“Vasconcelos es un gran poeta de América; es decir, el gran creador o recreador de la naturaleza y los hombres de América. La obra de Vasconcelos es la única, entre sus contemporáneos, que tiene ambición de grandeza y de monumentalidad (…). Su autenticidad, tanto como su grandeza, son testimonios de su viril, tierna, apasionada condición, y esta condición es lo que amamos en él por encima de todo”. Las "Páginas escogidas" de José Vasconcelos (Taller, vol.2, nº12. Ene.-feb. 1941).

“Ministro de una Revolución triunfante, soñaba con el renacer de nuestro pueblo y de nuestra cultura. Probablemente es más exacto hablar de fundación que de renacimiento; aunque la base de la construcción histórica que soñaba era nuestro pasado indoespañol, el Vasconcelos de esos años [década de 1920] estaba poseído por un ideal que no es exagerado llamar cósmico. Sus modelos no eran los imperios mundiales del pasado, sino las grandes construcciones religiosas, y sus héroes se llamaban Cristo, Buda, Quetzalcoatl”. Pasión crítica, compilación de entrevistas (España, Seix Barral, 1984).

Octavio Paz (México, 1914-1998). Pocas presentaciones necesita este poeta, ensayista y diplomático mexicano. Ya sólamente su ensayo El laberinto de la soledad (1950) habría bastado para incluir su nombre en cualquier antología de literatura hispanoamericana contemporánea. Fue embajador de México en La India durante 1962, y recibió el Premio Nobel de Literatura en 1990.